viernes, 7 de octubre de 2011

Razón, escúchame!


Hace poco más de un año, cuando yo, al igual que todos, me dedicaba a caminar, me topé con un cruce. Uno de estos que no tienen cartel para avisarte hacia donde te diriges. Uno en los que nos se ve el final. No puede elegir por mi sola. Entonces, acudí, como todos hacen, a mis dos acompañantes.
El insensato corazón y la madura razón.
El corazón sin dudarlo seño al camino de la derecha, mientras que la razón, después de reflexionar, opto por la izquierda.
-El camino de la derecha es muy arriesgado. Como lo elijas saldrás, herida, créeme.-Me explicó.
-Pero ese camino es el único modo de llegar a tú destino. ¿De verdad lo deseas tanto? Recórrelo. Tienes que arriesgarte. –Le hice caso a este último. Pobre ingenua. ¿Qué paso? Pues, ¿Qué va a pasar? La razón no se equivocaba. El camino me hizo daño.
Y ahora, al verme en la misma situación y recurrir a esos mismos apoyos, el corazón me sigue impulsando a lanzarme, a por todas. Y ahora, le pregunto a la razón y está es su respuesta:
-¿Y a mí que me cuentas? Déjate de sandeces, y ponte a estudiar. Necia.

¿Tanto rencor me guardas? Borde. 

2 comentarios:

Pilar Hernán dijo...

Gracias por pasarte por mi blog y seguirme tu también te has ganado que te siga por que te encante pereza y por pasarte :) me encanta tu blog, un besito

Sandra dijo...

Muchas gracias por pasarete por mi blog, me alegro mucho de que te gustara, de verdad.
Tu también tienes una nueva seguidora, escribes muy bien por lo que he estado leyendote, asi sin ir mas lejos, la entrada anterior a esta me encanta de verdad, dicen tanto tus palabras que las podria leer 20 veces seguidas.
Un beso!