domingo, 1 de abril de 2012

Sometimes, the unimaginable happens.


                                                                                                                




Las gotas de lluvia y las botas de aquel niño golpeaban con fuerza el asfalto esa noche.
Y él corría, deseando llegar a casa y dejar atrás la oscuridad, que a estas horas no dejaba de pisarle los talones. Y miró a la luna, en busca de un poco de luz. Pero no fue aquello lo que el niño vio. Frenó en seco, sin agachar la cabeza. No podía ser verdad, lo que estaba viendo no podía existir. Se frotó los ojos, y entonces, al volver a buscarlo solo encontró la luna, ahí, como si nada hubiera pasado. Pero él lo vio. Vio a ese majestuoso ser eclipsando la luna.
Vio sus enormes alas, aunque no pudo distinguir su color.
-Dragón… -Y justo después de suspirar esa palabra, algo hizo que se le parase el corazón. 
Abrió los ojos, tanto como sus parpados le permitían. Deseó salir corriendo, pero era incapaz. 
Su belleza le hipnotizó. Era enorme, de color rojizo, la lluvia se chocaba contra sus escamas, creando un brillo que fascino al niño. Sus ojos negros, frígidos y ardientes al mismo tiempo, le observaban sin perder detalle, creándole pavor y unas terribles ganas de gritar. El niño dio un paso más. Lo tenía cerca, tanto que podía escuchar su fuerte respiración.
Y entonces, manejado por la curiosidad y el hechizo que había causado en él, levantó la mano, y la llevó a su cuello. Inmediatamente, al sentir el indescriptible tacto de sus escamas rojizas, percibió un ardor en su interior. Como si toda su sangre acelerase el ritmo, descontrolada. Pero el dragón rugió, un rugido que hizo que el niño apartase inmediatamente la mano de su cuello, y de que se encogiera del miedo .El dragón lo miró por última vez, con una mirada de indignación, una mirada que el niño jamás podría olvidar. Y entonces tendió sus enormes alas rojizas, y moviéndolas con increíble elegancia desapareció de allí, dejando a aquel niño solo en la oscuridad, calado hasta los huesos y con un insoportable calor.


8 comentarios:

Ander n´ Roll dijo...

Todos sabemos que algún día nos pasará algo parecido pero creeremos que ha sido un sueño aunque en lo más profundo de nuestro ser sepas que fue verdad. Como siempre, me encanta Eskuhotz <3.

Lucia's Box dijo...

Increíble,lo malo es que nadie le creería luego.
Ojalá a todos nos pasasen esas cosas:)

Elisa Sestayo dijo...

Me ha encantado, maravilloso. Guardaré la esperanza de que lo inimaginable me pase a mí también : )

Un beso <3

May R Ayamonte dijo...

Me ha gustado mucho... Sabes a veces ese tipo de cosas pasan, aunque no sean así de irreales pero para nosotros lo son... Y eso es lo importante en definitiva.
Besos.
May.

Tamara :) dijo...

Me encanta tu blog ! *-*
sigue así eh (L)
Desde ahora tienes otra nueva seguidora :)
Besito desde http://poesiaurbana-mc.blogspot.com.es/

dijo...

Me ha gustado muchísimo tu texto y la foto. Lo que me gustaría a mí mirar a los ojos a un dragón...Un abrazo fuerte :)

- dijo...

Un dragón. Ay, tengo mi cuarto lleno de dibujos de dragones, de cuando era pequeña. Es uno de esos sueños inalcanzables que siempre tendré escondida en el alma: Poder admirar a un dragón de verdad.
<3

Paula Pérez dijo...

Una pasada de blog, me ha gustado mucho sí señor !
te dejo el mio por si quieres echarle un vistazillo
http://paulaperezmaceiras.blogspot.com.es/search?updated-min=2012-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2013-01-01T00:00:00-08:00&max-results=16